Por: MarziaVargas
El Pacífico chocoano ha sido moldeado por humanos venidos del África que con sus asentamientos, formaron una amalgama con los ríos el mar y la selva. Los cuerpos de estas gentes destilan sudor por el esfuerzo de la pesca o del trabajo en el monte y pese a los cambios socio-económicos en el resto del país se saben dueños y libres, pero sobretodo respetuosos del mundo salvaje que les acogió.
Al sur, el delta del Baudó embebido de pueblo y de mar en cuyas arenas se incrustan como quejas trozos de madera, árboles muertos que río arriba intentaron huir de las sierras foráneas, dejando a su paso sombras de olvido y también de belleza, riquezas ocultas como perdidas a la espera de una compasión cubierta de azabache y deseo con mirada de luna.
Amanecer en el delta, Pizarro -Bajo Baudó.Vargas M. 2010.
